La endometriosis es una enfermedad crónica que afecta a mujeres en edad fértil y en la que, por causas que se desconocen, el tejido endometrial del útero crece en otras localizaciones corporales.
Se trata de una patología benigna, y aunque a día de hoy no tiene cura como tal, sí existen múltiples tratamientos que se pueden combinar para combatir su sintomatología y dar a las mujeres una mayor calidad de vida. Una de las alternativas más radicales sería la realización de una histerectomía.
Este tejido endometrial se agrupa en focos que se adhieren al peritoneo, una fina capa de tejido conectivo que rodea a los distintos órganos. Normalmente, suele limitarse a órganos pélvicos (vejiga, recto, ovarios…) pero en otras ocasiones pueden encontrarse focos a mayor distancia (intestino delgado, colon, pulmones….) por lo que sus manifestaciones clínicas son muy amplias y variadas.
¿Causas de la endometriosis? Múltiples teorías
Existen múltiples teorías que intentan explicar el por qué se produce pero todas ellas tienen algún tipo de sesgo. Se habla de un fenómeno de menstruación retrógrada, procesos autoinmunes, restos embrionarios en la pelvis de la mujer, diferenciación de células madres en tejido endometrial, predisposición genética…
La realidad es que ninguna de ellas está demostrada al 100% y su causa sigue siendo a día de hoy una intriga.
Dificultad en el diagnóstico
La endometriosis comienza a manifestarse en la adolescencia y tarda en diagnosticarse de media 7-9 años. Esta demora en el diagnóstico es debida a que culturalmente está extendido como “normal” que a las mujeres nos duela el período y muchas veces se cree que los síntomas de la endometriosis no son más que un síndrome premenstrual.
Si quieres saber más sobre el dolor pélvico en mujeres, visita el siguiente post→ Dolor pélvico en mujeres: descubre sus causas y síntomas.
Esta visión de la realidad debe cambiar; es habitual tener dolor asociado a la regla, es habitual pero no normal. La regla es un proceso fisiológico que ocurre en el organismo de la mujer que no debe doler.
Así que si padeces este tipo de síntomas, te animo a que te pongas en manos de profesionales sanitarios; desde la fisioterapia uroginecológica se pueden normalizar esos dolores menstruales.
Este diagnóstico inicial erróneo lleva a que durante mucho tiempo los síntomas no se aborden de la forma indicada, la mujer se sienta incomprendida e incluso se la tache de exagerada.
Principales síntomas de la endometriosis
Uno de los principales síntomas de la endometriosis es el dolor pélvico. El dolor puede aparecer asociado a los días que dura el período pero muchas mujeres lo padecen los 365 días del año, incrementándose los días de período.
Se trata de un dolor muy intenso (muchas mujeres lo comparan al de una intervención quirúrgica o un parto) que con frecuencia impide a la mujer ir a la escuela, a su trabajo o hacer vida social, limitando por tanto a la mujer no sólo en el aspecto físico sino también en la esfera psicosocial.
La hinchazón abdominal es otro de los síntomas más frecuentes y molestos asociados a la endometriosis. Tanto los focos endometriales (patológicos), como el endometrio presente de manera natural en el útero, son hormonodependientes.
Esto quiere decir que los distintos picos hormonales que se producen de manera fisiológica en el ciclo menstrual de una mujer van a repercutir en este tejido, generando un aumento de tamaño y sangrado de los focos endometriales. Como consecuencia se produce inflamación y una importante congestión en toda la cavidad abdominal.
Síntomas secundarios de la endometriosis
Como ya hemos mencionado, los focos endometriales pueden desarrollarse en múltiples órganos y en función de esto podemos encontrar otros múltiples síntomas secundarios asociados:
- Dolor a la micción/sensación de cistitis: si los quistes se asientan en la vejiga la mujer puede experimentar, dolor/dificultad al hacer pis, sensación de escozor, alteración en el llenado de la vejiga…
- Dolor en la defecación/ tránsito intestinal: si los quistes se localizan en el intestino delgado, en el colon o en el recto pueden provocar alteración del tránsito intestinal, gases, dolor o sangrado al ir al baño, estreñimiento, colon irritable o diarrea…
- Fatiga: Sensación de cansancio generalizado que ocurre con frecuencia.
- Alteraciones en la esfera psicológica: depresión, ansiedad…. El dolor producido por esta enfermedad es tal que acaba alterando el estado anímico de las mujeres y por tanto su vida.
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Consecuencias de la endometriosis: repercusión en la esfera sexual
A nivel sexual también tiene importantes repercusiones. La mujer está más cansada, menos segura de sí misma, con menos deseo sexual y por supuesto con dolor, que suele agravarse con las relaciones sexuales. Como resultado, la endometriosis también hace meya en la vida en pareja.
Infertilidad: la consecuencia más devastadora
Existe una fuerte asociación entre endometriosis e infertilidad. Es cierto que la endometriosis muchas veces lleva a la infertilidad o al menos dificulta la posibilidad de que se produzca un embarazo y de que este llegue a término.
Ahora bien, si tienes endometriosis y quieres ser mamá te invito a que no tires la toalla. Muchas mujeres con endometriosis no presentan ningún tipo de problema para quedarse embarazadas y otras muchas la causa de su infertilidad es funcional y con tratamiento fisioterápico y cuidando hábito de vida también pueden lograrlo.
Tratamiento fisioterápico de la endometriosis: ¿En qué consiste?
La presencia de los quistes endometriales que se inflaman una vez al mes en las paredes de los diferentes órganos pélvicos, acaba produciendo adherencias. Las adherencias son unas bandas tensas de tejido fribrótico-cicatricial, que aparecen en sitios que no deberían estar.
Como consecuencia de esas bandas, órganos como el útero, las trompas de Falopio y los ovarios, pierden movilidad y por tanto su correcta función, haciendo inviable que se implante el óvulo fecundado.
Las adherencias no solo son responsables de la infertilidad, también lo son del muchos otros síntomas asociados a la endometriosis. Por este motivo es fundamental tratarlas.
Mediante terapia manual y apoyándonos en aparatología como la diatermia ayudamos a:
- Deshacer esas adherencias: devolviendo la movilidad a los distintos órganos.
- Mejorar el aporte sanguíneo a la cavidad abdominal, permitiendo que llegue más oxígeno y nutrientes a los órganos.
- Descongestionar la pelvis de la mujer: ayudamos a drenar el líquido que se queda estancado en la cavidad abdominal y que es responsable de muchas molestias.
- Disminuir la hipersensibilidad visceral, que es causada por el dolor crónico (diario durante años y años) y al medio químico ácido secundario a los focos inflamatorios. Esto se traduce en que las vísceras responden de manera exagerada ante estímulos que no debieran ser nocivos, entrando en un círculo vicioso de dolor muy difícil de romper.
Estilo de vida: Pequeños cambios, grandes resultados
Nuestro estilo de vida nos define: hace que seamos una determinada persona o que seamos lo opuesto.
A continuación enumeraremos las mejoras que podemos realizar en distintos ámbitos.
Adiós estrés: mejora los síntomas de la endometriosis
El estrés puntual ante un hecho concreto, es una respuesta fisiológica y necesaria en nuestro organismo. Un estrés crónico, mantenido en el tiempo, genera unos cambios en el cuerpo que empeoran la sintomatología de la endometriosis.
Podemos combatirlo con ejercicios respiratorios, meditaciones como por ejemplo escáner corporal o realizar actividades de ocio en las cuales nos riamos y desconectemos la mente. En el siguiente post encontrarás una serie de ejercicios para practicar la respiración diafragmática que te ayudarán con el estrés: 6 ejercicios de diafragma que tu suelo pélvico no debería perderse.
Dulces sueños: dormir mejor ayuda en el tratamiento para la endometriosis
Mientras dormimos, nuestro cuerpo se repara. Si dormimos pocas horas o las horas de sueño no son de calidad, esa reparación será deficiente y la endometriosis hará mayores estragos en nuestro organismo.
Es recomendable ir preparando al cuerpo para el sueño, evitar cenar tarde y mucho, tomar infusiones relajantes, acostarnos a la misma hora, evitar abusar de pantallas que nos estimulen, ambiente de descanso tranquilo (sin luces, ni ruidos)…
¡Muévete!: El ejercicio físico ideal para tu bienestar
El ejercicio físico es fundamental por muchos motivos: reduce el estrés, equilibra el sistema hormonal, activa el sistema inmune, mejora el metabolismo, ayuda a la eliminación de toxinas…
La endometriosis, a priori, no tiene ninguna contraindicación de ejercicio físico: busca una rutina variada y equilibrada y, lo más importante de todo: ¡que te guste!
Te recomiendo echarle un vistazo al siguiente post para saber qué ejercicios pueden ayudarte a sentirte mejor y a fortalecer la musculatura de tu suelo pélvico: Los mejores ejercicios para fortalecer el suelo pélvico.
Somos lo que comemos: cómo cuidar tu alimentación y reducir los síntomas de la endometriosis
Se debe restringir la ingesta de alimentos proinflamatorios e hiperestrogénicos (carnes rojas, productos lácteos, hidratos de carbono, alcohol, soja…) por ser agravantes de la sintomatología.
Si quieres saber más sobre qué rutinas puedes adoptar para cuidar de tu cuerpo, puedes visitar el siguiente post: 10 hábitos saludables para tu suelo pélvico
Desde la fisioterapia podemos aportar todas las técnicas de última generación y soluciones para ayudarte en tu problema de endometriosis.
Beatriz García
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