Este ambicioso proyecto profesional en beneficio de la salud reproductiva de la mujer,
que intentamos abarcar desde diversos prismas (observación del moco cervical, diagnóstico
médico, nutrición, genética, factores fisiológicos, etc.), surge de mi vocación en 2017 de
ayudar a las mujeres mejorar su salud reproductiva e intentar que sean madres por medios
acordes con su naturaleza, sin la intervención de técnicas de reproducción artificiales. Para
este propósito me formé en Londres como monitora del modelo Creighton hace casi tres años,
acumulando una experiencia profesional de cerca de un centenar de parejas, de las cuales
unas han logrado embarazo (niños ya nacidos y otros en gestación en este momento) y otras al
menos han mejorado su salud.

Dicha dedicación es realizada en exclusiva por mi parte, dejando el trabajo de docencia
que me había ocupado durante quince años, y actualmente me estoy formando en
Nutrigenética, pues soy consciente de lo importante que es este campo para la fertilidad.
Formo parte de la junta directiva de la Asociación Española de Naprotecnología, que está
haciendo una encomiable labor de acompañamiento a parejas con problemas de infertilidad y
está difundiendo la Naprotecnología por España y toda América, principalmente y colaboro
activamente con otras entidades a favor de la vida, como la Asociación Pro Respeto de la Vida
Humana en Alicante (Provida) y el Secretariado de Familia y Vida del Obispado de Orihuela –
Alicante.